La comprensión freudiana de este sueño es bastante
simple: reprimí un evento traumático (el incidente del cortijo), pero cuando en
la realidad veía arañas, surgía la ansiedad del evento sin traer consigo el
recuerdo del acontecimiento.
Otros ejemplos abundan en la literatura. Anna Freud
habla de uno en concreto que es particularmente especial: una chica jóven,
acosada de una culpa importante por sus fuertes deseos sexuales, tiende a
olvidar el nombre de su novio, aún cuando le está presentando a sus amistades.
O un alcohólico que no puede recordar su intento de suicidio, argumentando que
debió "haberse bloqueado". O alguien que casi se ahoga de pequeño,
pero es incapaz de recordar el evento aunque los demás intenten
recordárselo…pero presenta un miedo terrible a los lagos y mares.
Nótese que para que haya un verdadero ejemplo de
defensa, debe funcionar de forma inconsciente (Laplanche y Pontalis en su
Diccionario de Psicoanálisis ? Ed. Labor, 1993- establecen que la defensa
adquiere a menudo un carácter compulsivo y actúa, al menos parcialmente,
inconscientemente. N.T.).
Mi hermano tenía un miedo terrible a los perros cuando
era niño, pero no había en esta experiencia ninguna defensa en juego.
Simplemente él no que ría repetir la experiencia de haber sido mordido por uno
de ellos. Comúnmente, eso que llamamos miedos irracionales o fobias derivan de
la represión de traumas.
Ascetismo es la renuncia de las necesidades es una de
las defensas que menos hemos oído hablar, pero se ha puesto nuevamente de moda
con la emergencia del trastorno llamado anorexia. Los pre-adolescentes, cuando
se sienten amenazados por sus emergentes deseos sexuales, pueden protegerse a
sí mismos inconscientemente a través de negar no sólo sus deseos sexuales, sino
también todos sus deseos.
Así, se embarcan en una vida como si fueran monjes,
con una tendencia ascética donde renuncian a cualquier interés sobre lo que los
demás renuncian.
En los chicos de hoy hay un interés marcado en la
autodisciplina de la artes marciales. Afortunadamente, las artes marciales no
solo no hacen (mucho) daño, sino que incluso pueden ayudarles.
Por el
contrario, las chicas de nuestra sociedad desarrollan con mucha frecuencia un
interés importante por alcanzar estándares artificiales de belleza basados en
la delgadez. Considerando la teoría freudiana, la negación de estas chicas a
comer es una tapadera de su negación a su desarrollo sexual. Y desde luego que
la sociedad aumenta la presión. ¡Lo que para otras sociedades representa una
mujer madura es para nosotros una mujer con 20 libras de más!.
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