La pulsión sexual por Freud
Para Freud la pulsión sexual es la
fuerza mtivacional más importante. Éste creía que esta fuerza no era solo la
más prevalente para los adultos, sino también en los niños, e incluso en los
infantes. Cuando Freud presentó sus ideas sobre sexualidad infantil por primera
vez, el público vienés al que se dirigió no estaba preparado para hablar de
sexo en los adultos, y desde luego menos aún en los niños.
Es cierto que la capacidad orgásmica está presente
desde el nacimiento, pero Freud no solo hablaba de orgasmo. La sexualidad no
comprende en exclusiva al coito, sino todas aquellas sensaciones placenteras de
la piel. Está claro que hasta el más mojigato de nosotros, incluyendo bebés,
niños y adultos, disfrutamos de as experiencias táctiles como los besos,
caricias y demás.
Freud observó que en distintas etapas de nuestra vida,
diferentes partes de la piel que nos daban mayor placer. Más tarde, los
teóricos llamarían a estas áreas zonas erógenas. Vio que los infantes obtenían
un gran monto de placer a través de chupar, especialmente del pecho. De hecho,
los bebés presentan una gran tendencia a llevarse a la boca todo lo que tienen
a su alrededor. Un poco más tarde en la vida, el niño concentra su atención al
placer anal de retener y expulsar.
Alrededor de los tres o cuatro años, el niño
descubre el placer de tocarse sus genitales. Y solo más tarde, en nuestra
madurez sexual, experimentamos un gran placer en nuestras relaciones sexuales.
Basándose en estas observaciones, Freud postuló su teoría de los estadios
psicosexuales.
La etapa oral se establece desde el nacimiento hasta
alrededor de los 18 meses. El foco del placer es, por supuesto, la boca. Las
actividades favoritas del infante son chupar y morder.
La etapa anal se encuentra entre los 18 meses hasta los
tres o cuatro años de edad. El foco del placer es el ano. El goce surge de
retener y expulsar.
La etapa fálica va desde los tres o cuatro años hasta los
cinco, seis o siete. El foco del placer se centra en los genitales. La
masturbación a estas edades es bastante
común.
La etapa de latencia dura desde los cinco, seis o siete
años de edad hasta la pubertad, más o menos a los 12 años. Durante este período,
Freud supuso que la pulsión sexual se suprimía al servicio del aprendizaje.
Debo señalar aquí, que aunque la mayoría de los niños de estas edades están
bastante ocupados con sus tareas escolares, y por tanto "sexualmente
calmados", cerca de un cuarto de ellos están muy metidos en la
masturbación y en jugar "a los médicos". En los tiempos represivos de
la sociedad de Freud, los niños eran más tranquilos en este período del
desarrollo, desde luego, que los actuales.
La etapa genital empieza en la pubertad y representa el
resurgimiento de la pulsión sexual en la adolescencia, dirigida más
específicamente hacia las relaciones sexuales. Freud establecía que tanto la
masturbación, el sexo oral, la homosexualidad como muchas otras manifestaciones
comportamentales eran inmaduras, cuestiones que actualmente no lo son para
nosotros.
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